
Y ahora la culpa será del río.
La crecida del río Ebro ha dejado consigo la muerte de miles de cerdos y vacas en al menos, dos granjas de Zaragoza. Imágenes desgarradoras que ahogan miles de almas inocentes que no pudieron hacer nada para salvar sus vidas. Como tampoco, lo hicieron los granjeros responsables de sus animales. Posiblemente la indemnización por parte de las aseguradoras que cobrarán por «esta lamentable pérdida», será una cuantía económica mayor, que la recibida por sus animales al venderlos al matadero.
Este caso no es un caso aislado o cualquiera. El Gobierno regional ha declarado que avisó a los propietarios de las explotaciones de las adversas condiciones climatológicas que se iban a producir. Aseguran que con tiempo para poner a salvo a sus animales. ¿A salvo de qué? ¿Del matadero? La estupidez humana puede alcanzar límites insospechables. Estos pobres animales no tenían otro destino que morir cruelmente en algún matadero. Sin embargo en esta ocasión, la naturaleza se los quiso llevar primero. Y el mirar hacia otro lado de estos propietarios.
PACMA ha interpuesto una denuncia judicial contra los propietarios de la Granja de Villafranca de Ebro, donde estaban los cerdos. Y la otra, a la Granja de Remolinos, donde estaban las vacas. En 2015 se volvía a repetir este horror, donde también PACMA denunció lo ocurrido. En aquella ocasión y en las mismas granjas murieron ahogadas sin piedad más de 10.000 animales. ¡10.000 animales! ¿A quién le importa verdad? A mí sí. Y a muchas otras personas también.
El vídeo grabado por Aitor Garmendia, activista de PACMA y conocido por su proyecto Tras Los Muros, muestra una realidad donde se ahogaron miles de vidas inocentes.
Cerdos y vacas ahogados sin piedad.
Dicen que una de las peores muertes es morir ahogado. Así murieron miles de vacas y cerdos en las dos granjas de Zaragoza citadas anteriormente. Un terrible acontecimiento que no podemos dejar pasar por alto. El ser humano ahoga sin limitaciones la libertad y los derechos de los animales. Y este horror es solo una metáfora de lo que les hacemos.
Ahogamos sus vidas, sus necesidades y sus almas.
Ahogamos sus sentimientos, sus libertades y sus emociones.
Ahogamos su voz, su dolor y sus corazones.
Porque lo único que le importa al hombre de ellos, es su carne y sus pieles.
Acabemos con este holocausto y pon tu granito de arena para que los animales tengan un lugar mejor donde vivir. Ver estas imágenes me parte el corazón. Espero que el tuyo aún siga latiendo dentro de ti para que hagas algo al respecto.
Animales atrapados y abandonados en granjas de Remolinos y Villafranca del Ebro, (Zaragoza) durante las riadas por el desbordamiento del río Ebro. AITOR GARMENDIA (TRAS LOS MUROS).





